MI HISTORIA

- Cuenta mi historia de unos miedos...

Unos miedos interiores y guardados en secreto que ya toca contar.

¿Por qué he tardado 20 años en sacar mi música? Era imposible poder haberlo hecho antes. AHORA ENTIENDO QUE TODO TIENE UNA EXPLICACIÓN.


Veinte años han pasado, desde que toqué mi primer piano, aun lo recuerdo, un CASIO PT1 que me regalaron mis padres cuando tenía 6 años, me encantaba tocar el botón DEMO, el piano empezaba a sonar solo y hacía pensar a todo el mundo que era yo quien tocaba, que tiempos aquellos.. Poco a poco empecé a darme cuenta de que al tocar varias teclas a la vez no sonaba mal, al contrario, cada vez sonaba mejor, acababa de descubrir los acordes. Ese piano me empezó a hablar, me susurraba unas melodías que me hacían estremecer, fue cuando comenzó mi pasión por tocar el piano. Durante varios años compuse diferentes estilos musicales, a la vez iba dándole forma a aquellos acordes y transformándolos en mis canciones, en mi propio estilo musical. Mi música empezaba a tomar forma y comencé a crear canciones, la ilusión por verlas terminadas crecía en mí, pero a la vez que esa ilusión crecía también aparecieron los miedos.


El primer miedo fue no saber si aquella música que para mi significaba tanto lo sería para cualquier persona que lo escuchase… me preguntaba…. ¿y si no transmite todo lo que yo quiero ofrecer?…


Así mismo me di cuenta que era compositor, ¡pero no cantante!, aquí estaba el otro miedo, puedo ponerle voz en mi mente, puedo escuchar la letra cuando cierro los ojos pero no puedo cantarla, y así me preguntaba como podría entonces llevar mi música a su máximo esplendor si no podría cantarla.


Estos miedos hicieron que poco a poco esa ilusión fuera a menos y aquellas canciones quedaran un poco en el olvido, latentes dentro de mi, y resurgiendo solamente en mis momentos de soledad con el piano.


Pero 20 años después, la vida me puso delante una señal para darme un empujón... (gracias Papá) dicen que las cosas pasan cuando tienen que pasar y así fue como el destino quiso que, en el lugar menos esperado, un rayo de luz abriera de nuevo las puertas de aquella ilusión.


Fue hace aproximadamente un año, cuando en la fiesta del colegio de mi hija me crucé con su maestra, Sara Zamora, ella además de ser maestra es una gran cantante que hacía poco tiempo había lanzado su primer disco, y aproveché para felicitarla, en aquella conversación surgió el momento y le conté que yo llevaba muchos años tocando el piano y componiendo música, pero que nunca me había planteado lanzar ninguna de ellas.


Ella me miró, y me preguntó el porqué, y yo le hablé de mis miedos y de lo grande que lo veía todo, como darle forma a las letras de mis canciones que yo tenía en mi mente, quien iba a producirlo todo, quién las iba a cantar, y si podría asumir el coste que tenía todo este proceso, y ella de una forma muy natural y con mucha seguridad, me dijo casi con un leve tono de enfado...


¡y qué! ¡qué más da! ¡No es tan difícil! Mira, para la letra hay profesionales que se dedican a eso, la producción no es un problema, Juan, mi pareja podría hacerlo, y cantarla… hay muchos cantantes, si quieres yo podría hacerlo.


Y así fue, como en cuestión de 20 segundos, le dio respuesta a tantas preguntas que rondaban en mi cabeza desde hacía 20 años.


Recuerdo salir de allí con una sensación desconcertante y a su vez ilusionado, pero había llegado el momento, los miedos iban desapareciendo y la ilusión había vuelto. Quería hacerlo, quería que mi música viera la luz que un día por miedo se apagó, que mi hija conociera la música de su padre y la acompañara siempre a lo largo de su vida. Quien sabe, lo mismo es ella quien pone voz a mis canciones el día de mañana.


Así, dejé pasar el tiempo, para reflexionar, ordenar mis ideas y retomar toda mi música, y fue cuando las letras de mis primeras canciones empezaron a aparecer conforme las tocaba, letras que contaban historias, mi historia. Fue entonces cuando entendí que había llegado el momento, así que hace unos pocos meses me puse de nuevo en contacto con Sara, quedamos y me presentó a Juan, les enseñé mis canciones y les gustaron, Sara le pondría la voz, Juan se encargaría de la producción, y para la letra contaba con el letrista Aarón Sáez, el se encargaría de darle forma a todas mis letras. Y así fue como empezó todo… todo empezó a encajar y a ver la luz.


Mis canciones son la banda sonora de mi vida, pues en ellas cuento historias, historias reales, mi historia, cada una ellas habla de momentos importantes de mi vida. Con mi música quiero transmitir situaciones que cualquier persona puede haber vivido, que pueda identificarse, y quien sabe si encontrar en ellas una ayuda para superar momentos difíciles.


Y esta es la explicación, hace 20 años tenía mi música, pero no tenía historias que contar, estos 20 años han sido necesarios para encontrar la letra de mis canciones, es así como este proceso con el que comienzo ahora, esta forma de darle vida a mi música no es ni a corto ni a largo plazo, cada una de mis canciones está y estará unida a los momentos de mi vida, cuando esos acordes de pronto se van uniendo a las letras que están en mi mente, y como por arte de magia todo encaja.